Va por ti, Luis Leal.
Después de sobrevivir a una guerra con su lapidaria posguerra. Mil injusticias laborales y alguna que otra cornada de salud emocional.
Por fin, ahora, llega el tiempo del merecido descanso.
Pero la vida no da tregua.
Nos regala la felicidad mínima para no descabalgarnos de la esperanza.
Ahora, otra batalla. Otra batalla que vais a ganar. Que vamos a ganar.
Feliz día del padre.
Que sentido Sacra para los padres. Recuerdo al tuyo, en la máquina de montar zapatos en Calzados «Tudi» de Rafael Sirvent, siempre con la broma a mano y regaño apunto a todo aquel que contradijese cualquier hazaña del Barça. Yo aún era un joven alocado… Bueno ahora también lo sigo siendo, alocado me refiero, lo de joven…
Saludos a tu padre.
Sigue siendo tan bromista como incondicional futbolero.
Tú también sigues alocado (Hay juventudes que no se curan)
¡Bendita vida que nos sigue encontrando!