Hacemos una ortografía perfecta, solo que a veces se nos olvida poner algunas tildes, especialmente aquellas en las que hablando de mí se me cuela algún tú.
Así que al final he acabado por aceptar que no siendo filóloga ni lingüista estoy enamorada y, como diría mi reina, eso es algo que arruina la vida a cualquiera.
Y aún así, citando a Sidonie.. «que viva el loco que inventó el amor».
Pues eso: ¡¡qué viva y que lo haga durante mucho tiempo!!