Más preguntas que yo hubiera firmado porque se me ocurrieran a mí, pero sólo tengo aliento, a veces, para responderme incoherencias, y así llegar libre de pecado y conciencia un verso más.

«¿Por qué, para esperar la nieve,
se ha desvestido la arboleda?»

«Dime, ¿la rosa está desnuda
o sólo tiene ese vestido?»

«¿Hay algo más triste en el mundo
que un tren inmóvil en la lluvia?»

«¿Es paz la paz de la paloma?»

«¿Cómo conocieron las uvas
la propaganda del racimo?»

«¿Dónde está el centro del mar?
¿por qué no van allí todas las olas?»

«Libro de las preguntas» de
Pablo Neruda