¿A alguien se le ocurre preguntar cosas tan maravillosas como estas?
Definitivamente, los poetas están fabricados con la materia incorruptible de la tierra y con el aliento mágico del cielo.

«Si he muerto y no me he dado cuenta,
¿a quién le pregunto la hora?»

«¿Por qué los árboles esconden
el esplendor de sus raíces?»

«¿Por qué Cristobal Colón
no pudo descubrir a España?»

«¿Y cómo saber cual es el dios
entre todos los dioses de Calcuta?»

«¿Hay sitio para unas espinas?
le preguntaron al rosal.»

«¿A quién le puedo preguntar
qué vine a hacer en este mundo?»

Del «Libro de las preguntas» de
Pablo Neruda