Así va mi corazón, como una montaña rusa. Tan pronto llega a la cima en un suspiro, que cae envuelto de vértigo y pesadumbre hasta los pozos infinitos del silencio.
Así varía el paisaje de su latido, cabalgando entre la primavera y el más árido invierno, atravesando el más frío de los veranos envuelto en la capa fertilizadora del otoño. Pura contradicción. Enigma incompleto.
También para él vendrá un descanso, cuando cierren el parque de atracciones y abran las puertas de los jardines.
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