Hoy comeremos poesía para aliviar la dieta estricta de este confinamiento.

De primero: unos pareados con salsa de tildes agridulces.

De segundo: un soneto repentino, vuelta y vuelta, con aroma de tomillo y hierbabuena.

Para el postre: un romance de chocolate con frambuesas asonantes sobre un lecho de sinalefas almibaradas.

Para beber: 1 copita de Ribeiro de Rosalía, agua fresca de la fuente de Machado y una mistela dulce en honor a nuestro oriolano Miguel.

Hoy en casa comeremos poesía. Estáis todos invitados.