
Abro los brazos y abarco el mundo
y me lleno de pájaros azules la mirada del viento
sobre el alfeizar inmundo de los días iguales.
Me visto de brisa azul,
de tiempo detenido en la lontananza del deseo
de clamorosos rictus entre alas y besos
que inician el sendero del imposible viaje.
Acaba de amanecer sobre el eco del tiempo
y el llanto se desvanece
enredado en las cortinas de la adormidera marchita,
más lejos de la íntima raíz silenciosa
que alumbra soledades sobre los pozos ciegos.
El horizonte recién se ha peinado de aurora
y yo estoy aquí,
esperando un milagro que nos devuelva la sed
sobre este imperio de esperanzas rotas.
Grande no, Sacra… INMENSA!! ^_^
Muchas gracias Rocío. Aquí está también tu casa de letras. Un abrazo.
Me encanta hermana
Siempre con el ánimo listo para regalármelo. Gracias hermano jerezano.