Vienes nadando desde el ambarino paraíso de los besos desbocados y una legión de sirenas imberbes te traen en volandas hasta la costa azulada de la vida remota.
La primavera desciende para engalanarte de lluvia y hay un torrente de amapolas ingenuas que publican tu nombre sobre la hiedra que busca el sur de las manos.
Ya llegas sobre el aliento limpio de un horizonte de estrellas, en un barco de nácar sobre los brazos del viento, anhelado regazo de algodones y perlas.
Y extiendes tus alas sobre la fértil marea para iniciar el vuelo de los siempre vivos, de los eternamente susurrados en el amanecer del mundo.
Frutal y diáfana.
Transparente y precisa.
Candil enamorado del universo en tránsito que circula sobre un útero de espuma.
Rosáceo latido.
Toda tú. Toda vida.
Que te puedo decir sobre estas bellísimas palabras….las lagrimas de emoción han inundando mis ojos, me ha encantado porque no lo has podido expresar mejor.
Mil y una gracias, te adoramos!!! Un besazo muy grande.
El amor es mutuo…
Disfruta de lo que te queda porque es maravilloso.
Besazos grandotes que cruzan todos los océanos.
Hola Sacra, bellisimo poema desde el profundisimo útero.
Tus palabras son como una melodia espumosa, un abrazo Pilar…
Gracias, Pilar, hasta en los comentarios se te escapa la poesía.
Un abrazo grande.