A veces no es necesario quererte más,
ni menos.
Dejar que el tiempo desdibuje memorias de humo,
sombras aletargadas al olvido,
deseos inacabados
sobre el precipicio de la impostura.
No es necesario el gesto y el beso,
la tímida caricia a través de la nuca,
las pupilas enmarcadas en ojales de hielo.
A veces no es necesario quererte,
quererte dentro
para desquererte luego.
Precioso. Como comentario sin más, mira que te gusta la palabra impostura :-).
Pues mira, no había caído… voy a hacérmelo mirar, ¿habrá algo en mi subconsciente que me la pone en primera fila. Gracias por la apreciación. Un abrazo.
Lo bordas, Sacra, las palabras te adoran.
Mi admiración siempre
Ay, Noah, haces que me ruborice cada vez que me dejas un comentario. Creo que me sobrevaloras, yo sólo me dejo llevar. Besos grandes, siempre.
No sé que me gusta más, tu poema, la escultura de Canova o los ojos de Alma, tu mejor poema… que coño me quedo con Alma pero el poema y la escultura son preciosos.
Pues somos de la misma opinión, sobre todo con mi mejor Alma-poema que, modestia aparte, es una obra totalmente perfecta. Besazos gigantes, inmensos, siempre, siempre.