Queremos llegar a tiempo a todo, pero es imposible.
Es imposible detener el tiempo.
La lágrima que cae sufre su propio espasmo de eternidad inconclusa.
Por eso somos felices, o creemos serlo,
por eso no estamos muertos todavía,
aunque a veces lo parezcamos.
Siempre el el tiempo. Pero es una visión muy pesimista, siempre puede llenarse al gusto de cosas sencillas, para no extrañar tanto las pendientes.
El pesimismo forma parte de la vida, o del tiempo, o de la esperanza o de nada y todo a la vez. Creo que es muy complicado explicar y entender, incluso, lo que uno escribe. Así que mejor lo disfrutamos, o no.