Si no me sumas, me restas.

Y si me restas, no me sirves.

Hay virus asesinos más allá de los experimentos biológicos, de la naturaleza evolutiva o de la ciencia médica.

Más allá de la lógica, las apuestas, el destino, el horóscopo o la alineación de los planetas. 

Los virus impuestos, desinformados y maleducados son los que, de verdad, están matando al planeta. Están arrasando con el ser humano, ese ser que se sentía supremo por encima del resto de las especies. 

Hay vacunas para todas las enfermedades. 

Excepto para la imbecilidad.

Si no me sumas, me restas.

Y si me restas, no me sirves.