Amo amar.

Hoy ha amanecido sábado. 
La ciudad desprendía un olor a rutina, a sencillez de mercadillo, 
baldosas amarillas buscando ofertas, 
melocotones en almíbar o 
la frescura lírica de cerezas que se exceden de pura redondez, 
tal livianamente persuasivas. 

Hoy ha amanecido un sábado amor. 

Teníamos una cita.

Una cita de esas que liberan todos los pecados,
rememoran todos los recuerdos, 
revitalizan la neurona de la felicidad. 
Citas que se balancean entre los silencios presentidos 
y las palabras abocadas a la luz del olvido. 

Amar es divertido 
y es la única medicina para curar la mortalidad.