Para ti, Mari Ángeles, luchadora incansable. 

Y de repente llega la oscuridad. El silencio. La palabra oculta tras los fogones de la insistente soledad. El adiós nunca dicho. Ese saludo de lejos, entre los tomates y las acelgas del mercado, entre el calor vespertino y el frío incontrolado. Las palabras colgadas entre el ladrido de los perros y ese minúsculo espacio para desear que el tiempo nos fuese largo y benévolo. 

Esta avenida, en la que las acacias se han doblegado ante el incipiente otoño de tu ausencia, llevará el nombre de tus pasos, mientras el eco de tu sonrisa seguirá balanceándose en esta eternidad bordada de manos amigas, abrazos cercanos, palabras que llevan la miel íntima de tu huella.

Jamás dijimos «adiós», siempre fue un «hasta pronto».

Buen viaje.

 

Imagen: https://cadenaser.com/emisora/2020/07/10/radio_elda/1594379931_476095.html