Puestos a elegir, yo también prefiero las conversaciones descaradas, los poemas descarnados, los desnudos placenteros y los odios espantados. 

Puestos a elegir, ya no quiero morderme los labios, ni tragarme la saliva, ni regurgitar la bilis infecta de los sucios pensamientos.

Puestos a elegir, elijo el camino que me lleva a mi inicio, aunque quede a las puertas del mismísimo infierno. 

Puestos a elegir…