Quiero dormir sobre el anonimato gris de la piedra y el musgo,
dejarme caer por los barrancos perpetuos
donde las rapaces inventan coreografías de lluvia.
Ser, sólo, mármol de cementerio,
adobe de balneario
o granito circunspecto en los templos del olvido.
Y así, aletargarme en los siglos
sobre la eternidad que ruge
en un horizonte de verdades decapitadas.
y aguardar el momento de la vida..
un beso
La vida ya está latiendo por estos alrededores.
Afortunadamente el amor a la vida siempre es más fuerte que la muerte.