De nuevo me cuesta dormir.

Las noches han regresado con su lapidaria sinfonía de insomnio. Voces que ululan sobre conciencias perdidas, remotos ecos de brasas olvidadas por la hoguera primigenia. Y ahora, otra vez, esta desaforada incertidumbre que nos recorre las avenidas del alma como un animal envalentonado ante la fragilidad del hombre.

De nuevo me cuesta dormir. Otro lujo más que apuntar a mi lista de deseos vitales perdidos.