Por amor al amor me levanto cada mañana.

Abro las ventanas, saludo al nuevo día, mientras una brisa de incontable alegría se instala en los adoquines desgastados por el uso del camino. Y cada paso es destinado a cruzar los puentes que me separan de ti. De ti que estás sufriendo, de ti que llevas la herida de un destino incierto, de ti que tienes miedo, de ti que has sido cazado por el dolor y la amargura. 

Cada uno de mis pasos es tuyo, cada voluta de oxígeno, cada palabra desprendida de este discurso ambiguo y sin tildes, escarchado de llamas, oloroso como un huerto explosionando bajo un parto de abril

Por amor al amor me levanto cada mañana.

Por amor a ti. Por amor a la vida.