Ya lo dijo uno de esos filósofos del siglo XXI:
«la vida es un videojuego que cada nivel con el que te encuentras es peor que el anterior».
¡Qué razón tienes Mario-Socrates-Bros!
A diferencia del resto de mortales, y de algún que otro difunto, yo estaba deseando que acabaran las vacaciones (las vacaciones de los otros, por supuesto);
y rezando estoy porque se acaben los calores (los externos y los internos… los propios y los ajenos)
Si hoy tuviera que pedir tres deseos, frente a la hipnótica lámpara de Aladino, lo tendría bien claro:
- Que a mi hija el tiempo la dejara así de espléndida, inocentemente enamorada, vigorosamente despierta, sensualmente imaginativa y titánicamente inconformista.
- Que a mi vecina la barriera un maremoto de cordura.
- Y que este declive de mujer, galopando cuesta abajo, termine pronto.
Estas han sido mis patéticas vacaciones de verano pero supongo que, como en los videojuegos, lo peor está por venir.
A tu hija el tiempo la pondrá mas esplendida todavia.
Los calores internos acaban
Del maremoto de cordura ve olvidandote.
Feliz final de verano !!!!!
Jejeje… ¡Cuánta razón tienes, amiga!
Un beso!!
En el título te falta poner un perro hiperactivo,jeje
¡¡Es verdad!!
Pero a él le dedicaría casi una trilogía (mira, y me ha salido un pareado)
Un abrazo!!