No ha sido un año fácil Mariyear, claro que si una lo mira desde el consuelo del pobre, todavía podía haber sido peor.
Hemos tenido que protestar y luchar mucho para no llegar a ningún sitio. Nos están empujando a dar pasos hacia atrás y toda la luz conseguida se está volviendo oscuridad de imposibles esperanzas. Hay días en las que hasta el puño en alto se queda congelado, temblando como un pájaro herido sobre la desfachatez del silencio.
Nos han despojado de todo, pero siempre nos quedará la esperanza.
Tengo mucho camino por recorrer todavía, muchos escollos que saltar y mucho aprendizaje por cumplir. He cometido tantos errores que a menudo ya no sé si estoy viva, aunque gracias a ellos sigo apostando por este oxígeno que me habita.
Feliz año nuevo Mariyear, feliz poesía.