Hace tiempo que no escribo.
Hace tiempo que no me siento a mirarme el ombligo.
Hace tiempo que no me peino la memoria.
Hace tiempo que vivimos con el salario infra-mínimo.
Hace tiempo que espero que la dignidad se pasee por mi puerta.
Hace tiempo que espero.
Hace tiempo que hace tiempo.
Y, a pesar de todo, pervivo.
Gracias, vida, por ser tan generosa.
Algún día te devolveré mi aliento con la misma moneda.
Precioso mensaje, por su dosis de generosidad, no sólo a la vida, sino también a quienes te hemos leído.
Y precioso también el «sandwich», la imagen superior y la gran Celia Cruz y su I will survive en el inferior.
Un abrazo