Bienvenidos al hogar de mi alma

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ESCRIBO VERSOS

Escribo versos porque hace frío

y me tirita el alma.

Porque es sábado y sabe a lunes,

y cumplo años,

y ya soy vieja -joven anciana-,

y tú no estás,

y el teléfono de Dios comunica,

y mis hijos no vienen,

y mi infierno se agranda.

Escribo versos para no suicidarme

con una soga de esparto y de nostalgia.

Ediciones Torremozas

HOJARASCA Y HUMO

Se sentaron frente a frente

con los ojos cayendo como cataratas de vino

en un diluvio de deseo y costumbre.

Extendieron las manos

separando el enjambre de hojarasca

nacido en el último otoño.

El silencio era denso y el olvido perpetuo,

solo preguntas sin interrogante

levantaban oleadas de ausencia

entre el infinito acantilado de los cuerpos.

Otra vez el destino caprichoso

los unió al final del trayecto,

tenían demasiada sed para pedir agua…

Solo el humo encontró abrazadas

dos promesas de escarcha que nunca fueron ciertas.

Febrero – 2008

PRESENCIA ETERNA

A Luis Leal, mi padre

No tenemos suficiente memoria

para igualar los pasos

que, ordenados y azules,

se van sucediendo

a lo largo del sendero de la vida.

No disponemos de tanto pixeles en la retina

como para detener el paisaje,

entero y eterno,

en la brevedad infinita de los años

que se descuelgan en bandadas

de calendarios fugaces.

No tenemos tantos armarios en el alma,

tantos cajones, entre las costillas y la garganta,

para almacenar aquella brizna,

aquel ocaso,

esa otra raíz acariciando la roca

o esa tímida brisa que precede

al triunfo del camino completado.

No tenemos tantas manos

y, sin embargo, las caricias continúan

abriendo sendas sobre los empinados riscos de este valle

que ya conocen del fuego de nuestros nombres y apellidos.

«La soledad del taray y otros poemas»

Cuentamontes 2009

NADIA ANJUMAN

  

Indagando en la triste realidad de las mujeres de Afganistán, me encontré con NADIA ANJUMAN, activista feminista y poetisa. Una mujer que, con la llegada al poder de los talibanes, tuvo que abandonar sus estudios, disfrazarse con un burka y someterse a los dictámenes de un marido que no había elegido. Fue asesinada por su esposo a los 25 años.

Como legado y testimonio de una vida abocada a la injusticia y el dolor constante, nos ha dejado sus versos. Versos que hoy revolotean pidiendo ser liberados de su enclaustramiento.

NO DESEO ABRIR LA BOCA

Nadia Adjuman

No deseo abrir la boca

¿A qué podría cantar?

Yo, quien es odiada por la vida,

tanto da cantar que callar.

¿Acaso debo hablar de dulzura

cuando siento tanta amargura?

Oh, el festín del opresor

me ha tapado la boca.

Sin nadie a mi lado en esta vida

¿A quién dedicar esta dulzura?

Tanto da hablar, reír,

morir, existir.

Yo con mi soledad forzada

con mi dolor y mi tristeza.

Nací para nada.

Mi boca se debe sellar.

Oh mi corazón, ya sabe que es primavera

el momento para celebrar.

¿Qué debo hacer con un ala atrapada?

Así no puedo volar.

He estado callada por demasiado tiempo

pero nunca olvidaré la melodía,

que no paro de susurrar.

Las canciones que brotan de mi corazón

me recuerdan que algún día

romperé la jaula.

Volar de esta soledad

y cantar con melancolía.

No soy un frágil álamo

sacudido por cualquier viento.

Soy una mujer afgana,

entiéndase mi queja.

Estoy enjaulada en este rincón

llena de melancolía y pena…

Mis alas están cerradas y no puedo volar…

Soy una mujer afgana y debo aullar.

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