Si no hay nada más urgente
que hacer en este día como otros.
Si cada cosa está en su lugar,
cada alma en su hombre,
cada niño en su sueño,
cada astro en su cielo…
¿Por qué no fecundar el futuro
amándonos sin límite?
Etiqueta: poesía (Página 2 de 3)
Escribo versos porque hace frío
y me tirita el alma.
Porque es sábado y sabe a lunes,
y cumplo años,
y ya soy vieja -joven anciana-,
y tú no estás,
y el teléfono de Dios comunica,
y mis hijos no vienen,
y mi infierno se agranda.
Escribo versos para no suicidarme
con una soga de esparto y de nostalgia.
Se sentaron frente a frente
con los ojos cayendo como cataratas de vino
en un diluvio de deseo y costumbre.
Extendieron las manos
separando el enjambre de hojarasca
nacido en el último otoño.
El silencio era denso y el olvido perpetuo,
solo preguntas sin interrogante
levantaban oleadas de ausencia
entre el infinito acantilado de los cuerpos.
Otra vez el destino caprichoso
los unió al final del trayecto,
tenían demasiada sed para pedir agua…
Solo el humo encontró abrazadas
dos promesas de escarcha que nunca fueron ciertas.
Febrero – 2008
A Luis Leal, mi padre
No tenemos suficiente memoria
para igualar los pasos
que, ordenados y azules,
se van sucediendo
a lo largo del sendero de la vida.
No disponemos de tanto pixeles en la retina
como para detener el paisaje,
entero y eterno,
en la brevedad infinita de los años
que se descuelgan en bandadas
de calendarios fugaces.
No tenemos tantos armarios en el alma,
tantos cajones, entre las costillas y la garganta,
para almacenar aquella brizna,
aquel ocaso,
esa otra raíz acariciando la roca
o esa tímida brisa que precede
al triunfo del camino completado.
No tenemos tantas manos
y, sin embargo, las caricias continúan
abriendo sendas sobre los empinados riscos de este valle
que ya conocen del fuego de nuestros nombres y apellidos.
«La soledad del taray y otros poemas»
Cuentamontes 2009
Indagando en la triste realidad de las mujeres de Afganistán, me encontré con NADIA ANJUMAN, activista feminista y poetisa. Una mujer que, con la llegada al poder de los talibanes, tuvo que abandonar sus estudios, disfrazarse con un burka y someterse a los dictámenes de un marido que no había elegido. Fue asesinada por su esposo a los 25 años.
Como legado y testimonio de una vida abocada a la injusticia y el dolor constante, nos ha dejado sus versos. Versos que hoy revolotean pidiendo ser liberados de su enclaustramiento.
NO DESEO ABRIR LA BOCA
Nadia Adjuman
No deseo abrir la boca
¿A qué podría cantar?
Yo, quien es odiada por la vida,
tanto da cantar que callar.
¿Acaso debo hablar de dulzura
cuando siento tanta amargura?
Oh, el festín del opresor
me ha tapado la boca.
Sin nadie a mi lado en esta vida
¿A quién dedicar esta dulzura?
Tanto da hablar, reír,
morir, existir.
Yo con mi soledad forzada
con mi dolor y mi tristeza.
Nací para nada.
Mi boca se debe sellar.
Oh mi corazón, ya sabe que es primavera
el momento para celebrar.
¿Qué debo hacer con un ala atrapada?
Así no puedo volar.
He estado callada por demasiado tiempo
pero nunca olvidaré la melodía,
que no paro de susurrar.
Las canciones que brotan de mi corazón
me recuerdan que algún día
romperé la jaula.
Volar de esta soledad
y cantar con melancolía.
No soy un frágil álamo
sacudido por cualquier viento.
Soy una mujer afgana,
entiéndase mi queja.
Estoy enjaulada en este rincón
llena de melancolía y pena…
Mis alas están cerradas y no puedo volar…
Soy una mujer afgana y debo aullar.
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