Yo soñé un día con Bogart en un aeropuerto.
Con Amelie comiendo frambuesas.
Con Edith Piaf desbordando su vida-alma sobre el pentagrama de su falda infinita.
Yo quería subir a la Torre Eiffel,
besarme al lado del Sena
y aprender la sonrisa de la Mona Lisa,
tan pulcramente desbordada.

Yo quería traspasar la frontera y llegar hasta la bohemia perpetua de los enamorados.
Yo no he ido nunca.
Tampoco lo necesito.
Mañana esa parte enamorada de mi esperanza lo hará por mí.
Yo vivo si tú vives.
Estamos vivas.
Somos futuro.
Nada perece, salvo el desaliento.