ES UNA MIERDA
Es una mierda
haberme vuelto cuerda
y no insistir en la misma dirección.
Es una mierda
volver a tener luz y ver tan claro
que soy un nombre más,
en el amado.
Ya como antes no grito,
y sollozo bajito
que yo no soy amada.
Es una mierda,
haberme vuelto cuerda
para nada.
Etiqueta: poetisas
ESCOMBROS
Teníamos muchos planes
atados firmemente
con cuatro hilos de tinta en la libreta.
Y cruzamos con cintas adhesivas el rostro
de los vidrios.
Y sellamos rectángulos.
Y clavamos las fechas en el muro.
Pero abiertos quedaron
los grifos
las rendijas
y por ellos chorrearon los escombros.
Tentamos muchos planes
atados firmemente
a los renglones.
Indagando en la triste realidad de las mujeres de Afganistán, me encontré con NADIA ANJUMAN, activista feminista y poetisa. Una mujer que, con la llegada al poder de los talibanes, tuvo que abandonar sus estudios, disfrazarse con un burka y someterse a los dictámenes de un marido que no había elegido. Fue asesinada por su esposo a los 25 años.
Como legado y testimonio de una vida abocada a la injusticia y el dolor constante, nos ha dejado sus versos. Versos que hoy revolotean pidiendo ser liberados de su enclaustramiento.
NO DESEO ABRIR LA BOCA
Nadia Adjuman
No deseo abrir la boca
¿A qué podría cantar?
Yo, quien es odiada por la vida,
tanto da cantar que callar.
¿Acaso debo hablar de dulzura
cuando siento tanta amargura?
Oh, el festín del opresor
me ha tapado la boca.
Sin nadie a mi lado en esta vida
¿A quién dedicar esta dulzura?
Tanto da hablar, reír,
morir, existir.
Yo con mi soledad forzada
con mi dolor y mi tristeza.
Nací para nada.
Mi boca se debe sellar.
Oh mi corazón, ya sabe que es primavera
el momento para celebrar.
¿Qué debo hacer con un ala atrapada?
Así no puedo volar.
He estado callada por demasiado tiempo
pero nunca olvidaré la melodía,
que no paro de susurrar.
Las canciones que brotan de mi corazón
me recuerdan que algún día
romperé la jaula.
Volar de esta soledad
y cantar con melancolía.
No soy un frágil álamo
sacudido por cualquier viento.
Soy una mujer afgana,
entiéndase mi queja.
Estoy enjaulada en este rincón
llena de melancolía y pena…
Mis alas están cerradas y no puedo volar…
Soy una mujer afgana y debo aullar.
29 miradas
IMPERDIBLE
Llámame a la hora que sea.
Cuando dije he puesto a tu nombre
todos los años en adelante,
quise decir eso mismo:
Alértame la calma en todas tus formas,
hiéreme con tus promesas,
no tengas miedo.
Así no vengas,
no es necesario decirte
que siempre te espero.
de «Manual para acróbatas»
Ediciones Torremozas
Cuando todas las palabras,
esas frutas hermosas,
las deseadas,
fueron usadas como cualquier cosa,
decidí tragarlas.
Pelar cada adjetivo con los dientes,
chupar cada vocal desde la pulpa
y que caigan los jugos
de comas y puntos suspensivos.
Esas frutas amadas,
las palabras transgredidas
por otros,
las rescaté, las devoré.
Hoy están a salvo,
son mi cuerpo.
de «Desnuda en la palabra» Ediciones Torremozas
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