IMPERDIBLE

Llámame a la hora que sea.
Cuando dije he puesto a tu nombre
todos los años en adelante,
quise decir eso mismo:
Alértame la calma en todas tus formas,
hiéreme con tus promesas,
no tengas miedo.

Así no vengas,
no es necesario decirte
que siempre te espero.

de «Manual para acróbatas» 
Ediciones Torremozas