Bienvenidos al hogar de mi alma

Etiqueta: coronavirus (Página 16 de 23)

DÍA 39: Los libros

Allá  donde retorne mi memoria siempre los encuentro a ellos. Apilados en las estanterías, escondidos entre las sábanas, hacinados en los armarios o revoloteando sobre las mesas, compartiendo café con los desabridos folios que buscan el abrazo perpetuo de la indeleble tinta.

Allá donde miren mis ojos están ellos. Sinuosos y lascivos, profundos y livianos, volátiles, porosos como rocas de claustro o pertinaces como cruz de cementerio.

Allá donde mis manos alcancen están ellos. Fieles amigos, eternos compañeros.

DÍA 38: Toda una vida

Treinta y ocho días de confinamiento dan para mucho. El recuerdo se asoma desde las vasijas de la esperanza, mientras va ocupando las sillas vacías que claman una sinfonía de presencias cotidianas.

Recuerdo aquel primer día que me propusieron este reto. No creí que fuera capaz, pero mi amor por el teatro y la necesidad de compartirlo, hicieron que me lanzara con esperanza y sin red, con alegría y temor, con la ingenua soberbia que te ofrecen las aventuras inesperadas.

Hace ya algunos años, los suficientes para haber conseguido crear una nueva familia.

Os echo mucho de menos. 

Cuidaros mucho,  arroparos con el telón de la esperanza, dejaros invadir por la luz de las candilejas mientras el mundo hace mutis por el foro.

Nos vemos al finalizar este intermedio.

DÍA 37: Como si fuera ayer

Hoy es martes, pero bien podría ser lunes, viernes o domingo.

Podría ser primavera, invierno o verano.

Un pasaje del medievo, de la era espacial o de la prehistoria.

Hoy es hoy pero parece que fue ayer, un ayer que se descuelga por las cortinas con un rumor de sollozante perplejidad. Un hoy que bucea por los calendarios con el miedo singular de los presentes oscuros.

Es como si nos hubiésemos quedado encerrados en un reloj con el péndulo averiado en el que las manecillas sólo señalan la hora en punto de la quietud, de la obediencia, del silencio interrogante y mutilado.

Hoy es martes, como si fuera ayer.

DÍA 36: Otro 20 de abril

Hace años éramos jóvenes. Inconscientes y valientes. Imprecisos, itinerantes y volátiles. 

Nos besábamos en las esquinas bajo las farolas que nos lanzaban sus mensajes intermitentes como pequeños flashes de pecados y oscuras conjuras de brujas anodinas.

Éramos jóvenes, nos amaba la vida y nosotros jugábamos a ser funambulistas en el alambre del deseo. Nos vestíamos con la incertidumbre del futuro mientras caminábamos con la sólida huella de sentirnos invencibles. 

Ahora estamos aquí. Otro 20 de abril, algunos años después. Ya no somos aquellos jóvenes, pero sí conservamos esa férrea soberbia de vencer cualquier batalla.

Ésta, también, la vamos a ganar.

DÍA 35: El luto

Números que se mueven entre la desolación y el olvido.

Ausencias que se precipitan entre la angustia y la impotencia. 

Cifras que palpitan sobre los tanatorios cerrados, sobre los féretros sin nombre, sobre las oraciones sin dioses ni lágrimas.

Vidas desprendidas de vida que se han olvidado en las cunetas de las estadísticas, en los barrancos de la impotencia, en el vacío de la verdad nunca presentida.

Perdonadme.

Hoy sólo puedo ofreceros este silencio: el silencio de mi ignorancia.

 

« Entradas anteriores Entradas siguientes »