Bienvenidos al hogar de mi alma

Etiqueta: nochevieja

1 DÍA DESPUÉS DE NAVIDAD

-Perdone señor doctor, desde hace unos días noto un profundo dolor en la sien. Debe ser que se ha atascado esa vena que va de la mente al corazón.

-¿Celebró la nochebuena?

-Un poco, lo justo para cumplir con la tradición y me permitió la pandemia.

-¿Tocó la pandereta?

-Solo en el estribillo.

-¿Está inmunizada contra el sarampión? ¿Le gusta el jengibre? ¿Moja pan en la fabada? ¿Conoce algún agaporni que se llame Manolito?

-¿Puedo pedir el comodín del público?

-El diagnóstico es el mismo de todos los años: exceso de excesos. Tómese esta pastilla azul para los dolores del alma. La roja para el vértigo de la desesperanza. Y la amarilla para entrar en razón.

-¿Es grave, doctor? ¿Voy a morir?

-Son cien euros. La citología de la alegría aparte. Pida cita para el mes que viene, le haré una biopsia de la nostalgia. Por lo demás, bien. Y cuidado con la nochevieja que las uvas vienen cargadas como minas antipersona, no en vano las fabrican en racimo.

Salí de allí con una sensación agridulce, tristeamarga y estúpidamente catatónica.

Hay enfermedades incurables.

Otro año más, pensé.

Solo quedan cinco días.

Un año que se va y otro que viene

No ha sido un año fácil Mariyear, claro que si una lo mira desde el consuelo del pobre, todavía podía haber sido peor.
Hemos tenido que protestar y luchar mucho para no llegar a ningún sitio. Nos están empujando a dar pasos hacia atrás y toda la luz conseguida se está volviendo oscuridad de imposibles esperanzas. Hay días en las que hasta el puño en alto se queda congelado, temblando como un pájaro herido sobre la desfachatez del silencio.
Nos han despojado de todo, pero siempre nos quedará la esperanza.
Tengo mucho camino por recorrer todavía, muchos escollos que saltar y mucho aprendizaje por cumplir. He cometido tantos errores que a menudo ya no sé si estoy viva, aunque gracias a ellos sigo apostando por este oxígeno que me habita.
Feliz año nuevo Mariyear, feliz poesía.