Bienvenidos al hogar de mi alma

Etiqueta: cuentamontes (Página 1 de 2)

V Gala de las Artes y las Letras Cuentamontes

Vivimos rodeados de montañas, de arte y de letras.
El sábado pasado ascendí hasta unas de sus cimas. No importa el nombre, todas me son propicias, cercanas y amigas. Camara, Bateg, el Cid, Bolón… todas me abrieron sus sendas como gladiolos encendidos en sus múltiples aromas.
Pero además de mancharme con su pasión desbocada de romeros y huellas, también me regaló palabras, versos, suspiros alados, voluntades precisas y líricas miradas desde la última cúspide del amor más temprano.
Y es que Cuentamontes volvió a encender su incandescente linterna de lealtad infinita, su íntima pasión por la montaña y las letras, por la galanura literaria de la madre naturaleza.
Cuentos entroncados entre raíces aladas, poemas que se elevan hasta cúspides miméticas, fotografías que encuentran el instante preciso y manos que luchan, al compás de la vida, rescatando del lodo la primera semilla de la primavera.
Benditas montañas que abrigan el sinuoso tránsito de la vida del valle, donde el hombre se sienta a esperar su destino con el paso cansado de la historia silente.
Benditas montañas. Bendito arte que nos recuerda, cada día, la fugacidad inmortal de nuestra mirada colmada de esperanzas imberbes.
Vivimos rodeados de montañas, de arte y de letras. Gracias Cuentamontes.

Raúl Campoy Guillén

A TI EN PLURAL

Quiero espantar los pájaros
de tu pelo nocturno,
después bajar las manos como dos avalanchas,
dos trampas,bajo tu cuello de valles calientes.
Quiero secar el acuífero de tu boca
y jugar con el pez rojo que nada en él.
Quiero este cielo, este cuerpo
de transparencias,
esta indecisión con las formas,
este hablar sin hablarte,
de prolongarme en tus venas calladas.
Quiero lamer todas tus ramas.
Quiero tus labios, su bosque de espumas.
Despeñarme en tus roquedos.
Acercarme a tu vientre y ver
su almacén de soles.
Dormir en los prados de tus senos, frondosos
como nubes de yerba.
Acariciar los manantiales de tus manos
y beber tus dedos
y caer con toda la gravedad de una piedra
en tus piernas de roble humedecido.
Quiero recoger hoja por hoja
todos tus movimientos,
como si desfilaras denuda en otoño
y yo no te viera.
Quiero alzar las manos
y que me envuelvan tus estrellas,
quiero un otoño de estrellas
quiero llegar a tu cima
y dejar que las arrugas del viento
hagan temblar mi nombre.
Quiero alzar las manos
como el primer amanecer alzó los ojos,
quiero cerrar los ojos
cuando tú los cierres.
Hasta la última gota de sol
mis pasos y sus pies recorrerán
todas tus veredas;
porque tienes mucho silencio
que ofrecerme, porque tengo el oído cansado,
porque las ciudades son ruidosas,
como las palabras, sierra mía,
como las palabras.

Primer Premio de Poesía Internacional Sacra Leal-Cuentamontes

Leticia Leal

 

INVIERNO
Advierto el suave retornar de la oca, entre senda y camino, donde la sierpe interrumpe su sibilante  ulular bajo el primer susurro de la incipiente albura, y las inhiestas coronas de majestuosos cérvidos se preparan para desterrar a las ninfas de aquellas noches tórridas de julio.

Prevengo al buey y al carnero del prístino y afilado retornar del brusco hachazo del frío guerrero, e invoco a la araña que teje los profundos sueños, para que meza entre costura y costura, el dulce dormitar del oso, del erizo, del sombrío murciélago, y cientos de plumas acarician el horizonte, como ínfimos suicidios angelicales retrocediendo a aquella tierra donde ha vuelto la luz y ya no vence la muerte.

Pero callad… ¿No lo escucháis?

Ya viene, el bosque gime por las laderas, la madera cruje en el hogar, los espectros comienzan su inmutable letanía, los cristales son apurados por miles de glaciales lenguas, los niños callan y las ancianas retoman polvorientas fábulas de púberes adolescentes y lascivos militares, allá en cualquier guerra.

Shhh…

Ya se oye el llanto de la lechuza, de la leche maternal derramándose sobre el rocío del verde pasto, ya se escucha el palpitar de la semilla dentro del útero silencioso del campo, el éxtasis sobre un colchón mojado, tu voz, peregrino, entre la marabunta de maleza y maullidos de gatos.

Dispongo de la hojarasca y del fuego, de un manto con aroma a manzana y a salvia, de un caldero  susurrando los secretos de la montaña sobre moribunda leña y de mi humilde palpitar, oh caminante,

¡Que en mi refugio sólo se admiten cálidos abrazos!

Premio local Cuentamontes 2012

Premio Internacional de Poesía Sacra Leal

 

Aquí os dejo un pequeño resumen de las bases.
Esperamos vuestros versos, pedazos de montaña y luz.
Vida ascendiendo hacia la cumbre de la libertad.

Poemas escritos en lengua castellana cuyo tema debe ser, obligatoriamente, la naturaleza y el montañismo.
La extensión tendrá un mínimo de 14 versos y máximo de 60.
Originales e inéditos. Métrica libre. Mecanografiados a doble espacio.
El plazo de admisión finaliza el 10 de septiembre.
El premio es de 150 euros y una estatuilla Cuentamontes.

Bases completas en Cuentamontes

« Entradas anteriores