Todos tenemos muertos a los que honrar y mostrar nuestro más íntimo recuerdo.
Ellos sólo necesitan silencio y respeto.

Todos tenemos vivos a los que amar y besar.
(Y también regalar flores, de vez en cuando,
y hacer real nuestro más veraz respeto.)

Todos tenemos una vida antes y después.
Todos tendremos una vida y una muerte.
Lo que hoy es pura vanidad,
mañana será polvo y olvido perpetuo.