No queda espacio para la risa.
No queda espacio para el amor.
No queda espacio.
No queda.
No.
Sólo somos el espécimen imperfecto de un barro inventado en el laboratorio de un credo.
Nos ha robado la dignidad,
el silencio y la sonrisa.
Sólo somos el eco desolado
de una muerte que se renueva cada día.
No queda espacio para la risa.
No queda espacio para el amor.
No queda espacio.
No queda.
No.

Foto | Taringa