Amigos enterrando los pies en la arena de la playa.
Vecinos quedándose atónitos ante la misa del domingo.
Familia que trabaja o que disfruta de otras fronteras.
El calor.
Una paella.
La indecencia de los años vividos.
El sueño de querer ofrecer y no poder.
El sueño de que septiembre será mejor.
Otoño viene cargado de ilusiones.
No estoy muerta.
(Aunque, a menudo, lo parezca)